Lo primero de todo, es agrader a mis compaperos/as la valoración positiva que han hecho de mi trabajo.
A pesar de ello, después de mis años de experiencia, tratándose de eTwinning y del impacto que supone un proyecto de colaboración con socios nacionales o europeos, este sería el aspecto sobre el que haría más hincapié.
En cualquier caso, y agradeciendo al SNA por su extraordinario trabajo en el diseño de los criterios de calidad que definen a un proyecto eTwinning, esta sería la mejor reflexión que podríamos hacer de nuestro trabajo. El análisis que podemos hacer por cada uno de los criterios y subcriterios es la valoración más objetiva que define si nuestro proyecto ha alcanzado los objetivos previstos y en qué aspectos debemos mejorar.
eTwinning permite crear un ambiente de colaboración y participación entre los socios de un proyecto que en muchas ocasiones supera nuestras propias expectativas. En mi opinión, esto se debe a que aún hay muchos centros en los que no se trabaja de manera colaborativo, o en el mejor de los casos, se organiza alguna actividad a nivel de centro para celebrar una efemérides.
eTwinning nos obliga a salirnos de nuestra zona de confort y buscar en las nuevas metodologías activas la creación de de ambientes de colaboración y participación que traspasan los muros de nuestros centros. Las relaciones interpersonales que se crean en muchas ocasiones entre los socios del proyecto, superan incluso las que tenemos con nuestros propios compañeros/as, con los que nos vemos cada día.
Creo que aún estamos lejos de crear equipos de trabajo comprometidos con la vida del centro y dispuestos a convertir sus sueños y expectativas en realidades.